sábado, 8 de marzo de 2008
*JORNADA DE REFLEXION
Según el guión fielmente repetido cada cuatro años, en cada periodo electoral, hoy debemos reflexionar. Deliberar profundamente sobre quién será el candidato agraciado por nuestro voto. Pues muy bien: reflexionemos. Reflexionemos sobre el vuelco que han sufrido nuestras vidas –y las de nuestros seres más queridos desde el 9 de mayo de 2006. Desde el momento en que tuvimos conocimiento de la confiscación de nuestros bienes y sobre las penurias económicas que estamos viviendo desde entonces. Reflexionemos también sobre tantos y tantos mayores que tenían en ambas empresas sus ahorros y esperanza de jubilación: personas que, a día de hoy, se ven en la miseria –muchos de ellos están al límite- y sin ningún tipo de ingreso extra para afrontar esta etapa especialmente difícil de su vida. Reflexionemos desde el dolor sobre lo que supone el goteo incesante de pérdidas humanas en esta batalla (más de 2000 personas nos han dejado ya) algunas de ellas tan próximas –tan cercanas a nosotros- que se han llevado con su marcha parte de nuestra alegría y nuestra vida. Y reflexionemos ¡¡como no!! sobre tantos y tantos trabajadores -padres y madres de familia- que se quedaron sin trabajo de la noche a la mañana. ¡¡Claro que debemos reflexionar!. ¡¡Por supuesto que debemos reflexionar!! Tal vez más que ningún otro español. Como víctimas que somos de un Gobierno que ha ejercido contra un colectivo de 460.000 familias una auténtica acción de terrorismo de estado… reflexionemos. Y al hacerlo, recordemos el trato que el Gobierno socialista, ayudado por los partidos nacionalistas y minoritarios, nos ha dispensado durante estos dos años. Para ello, nada mejor que traer a nuestra memoria la imágen y las palabras de alguien que pasará a la historia como la imagen de la vergüenza y el escarnio: el senador Castaño, personaje lamentablemente conocido por todos nosotros. Sus palabras –dirigidas con especial saña a todos los perjudicados y a las empresas- también deben ser motivo hoy de especial reflexión. Y en nuestro proceso deliberativo, debemos ir un paso más allá de lo que supone reivindicar nuestro legítimo interés personal –como familias que hemos sido arruinadas y humilladas- y pensar con auténtica altura de miras como españoles que somos. Reflexionar, por ejemplo y entre otras cosas, sobre si queremos continuar siendo gobernados por alguien que se pliega a los intereses de muchos y siniestros sectores de poder para intervenir y destrozar empresas solventes, y humillarnos repetidamente de forma inmisericorde o por el contrario queremos el cambio. Por todo lo anterior –unido a los acontecimientos que han tenido lugar durante las últimas horas, sobradamente conocidos-reflexionemos. Mañana puede abrirse una nueva etapa ante nosotros. Por el horizonte de posibilidades que esta etapa representa para la resolución de nuestro problema, queridos amigos, desde la calma, el pragmatismo y el poder que nos confiere nuestro derecho al sufragio universal, y en aras a decidir sobre el destinatario de nuestro voto, durante la importante jornada que hoy tenemos por delante, por favor: reflexionemos. Desde La Muralla...¡¡seguiremos resistiendo!!
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